Originalmente este cuadro quería haberlo llamado “Olla de San Antón” en alusión a la comida y distintos embutidos que se preparan en una matanza.
Comencé pues con una olla enorme de cobre llena de cebollas. Continué centrándome en el brillo y el tacto de la piel de las cebollas y añadiendo más elementos como la calabaza o los membrillos que desde mi punto de vista tienen una forma y textura atractiva para los bodegones.
Siguiendo con la búsqueda de la técnica añadí una coliflor, un cado y una naranja… Fue ya en el momento de la firma cuando me di cuenta de que el título inicial no era el apropiado.
